Cuando está adentro oye una voz en la oscuridad que le dice:
¡Jesús te está mirando!
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene.
Como ve que no ocurre nada, continúa.
Y de nuevo la voz le dice:
¡Jesús te está mirando!
El ladrón asustado enciende con cuidado su linterna y ve que la voz venía de un loro que estaba en su jaula.
El ladrón le dice:
¡Ahhh, que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito?
Y el loro le responde:
Me llamo Pedro.
Pedro es un nombre extraño para un loro.
Y el loro le contesta:
Más extraño es el nombre Jesús para un Doberman.
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