martes, 23 de noviembre de 2010

A veces la fe hace milagros....

En el pueblo de Isnotú, estado Trujillo, donde nació José Gregorio Hernández,
hay una capilla erigida a su memoria y que desde hace muchos años
es atendida por un fiel devoto del siervo milagroso.
El hombre repetía frecuentemente frente a la multitud: "adelante que la fe hace milagros"...
El primero en pasar fue un cojo, que andaba sobre dos muletas y se ubicó detrás de un paraban.
Luego pasó un gago (chingo) y también entró detrás del paraban junto al cojo.
El fiel devoto gritó, VAMOS A VER EL RESULTADO DE NUESTRA PRÉDICA.
-Por favor el cojo que tiré la primera muleta.
En seguida se oyó el golpe seco de la primera muleta contra el piso...
-Ahora que tire la segunda muleta...
Esta vez se escuchó un doble golpe.
- Ahora, por favor, el gago que diga algo.
Éste en la misma forma entrecortada exclamó en voz alta:...
-E E E l  co co co co, jo jo jo, de las mu mu, le le, tas tas, je je je, ayó ayó, e cu cu cu lo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario